martes, 8 de abril de 2025

A LA DERIVA, PERO NO VENCIDO.

 


La última vez que vio el sol, no pensó que sería testigo de su propia despedida.

Cristóbal, un pescador curtido por el salitre y los años, había salido al mar como lo hacía desde joven. Pero esa mañana el cielo estaba inquieto, como si presintiera lo que iba a ocurrir.

 Los viejos del muelle lo advirtieron: “No es buen día pa’ zarpar”. Pero él tenía que hacerlo. Su hija cumplía años, y el único regalo que podía llevarle era una buena pesca.

A varias millas de la costa, la calma del mar se quebró de pronto. Un viento helado rugió como una fiera, y el cielo se rompió en rayos. Las olas se alzaron como montañas y su pequeña lancha fue tragada por el caos.

lunes, 7 de abril de 2025

A mi amigo de cuatro patas.



Me recibe dando saltos, como una fiesta en el cielo,  
como el viento besa a el campo, siempre siempre es mi consuelo,  
A mi lado en mis penas, compañero en mis duelos,  
solo buscando animarme, con su amor tan verdadero.

Su mirada es esperanza, como el sol al regresar,
como lluvia que en silencio, limpia penas sin juzgar.
Si el dolor me deja mudo y no sé cómo gritar,
sus ojitos  me lo dicen: siempre te voy a cuidar.

En su mirada hay mundos, hay calma, hay hogar,  
como estrellas titilantes, siempre guian mi caminar.  
Y en mis días de nubes grises, siempre me viene a curar,  
con su lengua, con su risa, con su forma de saltar.

Sé que un día te irás a el cielo, como cae el atardecer,  
y el silencio será un eco, muy difícil de entender,  
pues no habra ser en el mundo, que me a mi pueda ofrecer,  
una lealtad tan bella y pura, que no se puede romper.

Te agradeceré tu tiempo y tu vida y tu calor,  
Mi amigo de cuatro patas, mi guardián, mi corazón.  
Entre tantos dizque humanos, que van  fingiendo sin pudor,  
un canino me ha enseñado, a ver la vida con amor.

domingo, 6 de abril de 2025

“Cuando el alma florece después de la tormenta”



Hay momentos en la vida en los que todo parece derrumbarse: el cielo se oscurece, los caminos se desdibujan y el corazón se siente como un árbol sin hojas en pleno invierno.
 
Pero es precisamente en esos instantes de silencio, de incertidumbre y de dolor donde la semilla de la verdadera fuerza comienza a germinar.

Porque el roble más fuerte no creció bajo cielos despejados; se templó en medio de tormentas, resistió vientos implacables y aprendió a hundir sus raíces más profundo cuando la tierra temblaba. 

sábado, 5 de abril de 2025

La luciérnaga y el espejo de roca.



En lo profundo de un bosque donde los árboles tocaban el cielo, vivía una pequeña luciérnaga llamada Alia. Todas las noches, ella salía a volar iluminando suavemente la oscuridad con su luz. Sin embargo, a diferencia de otras luciérnagas, Alia se sentía pequeña, inútil y opacada.


Un día, volando sin rumbo, llegó a una cueva escondida. Dentro, encontró una roca pulida como un espejo que reflejaba su luz mil veces, haciendo que la cueva brillara como un cielo estrellado.