mi hombro firme cuando el alma llora,
te debo más que un simple corazón,
me diste paz cuando el dolor devora.
No huye tu voz si el mundo me da frío,
te quedas, cuando todos dan la espalda,
tu abrazo es puerto, casa y desafío,
presente en la tormenta más amarga.
Amigo fiel, de luz casi sagrada,
eres la flor que brota en el abismo,
la mano que en la ruina es brindada,
Por ti, la vida canta aunque esté rota,
por ti, el amor en mí nunca se esconde,
porque tu alma, limpia y tan devota,
es ese sol que a mi dolor responde.
En cada herida fuiste medicina,
curando con silencio y con ternura,
en cada risa fuiste la rutina
que vuelve dulce hasta la noche oscura.
No pides nada, das sin condición,
amas sin máscaras ni conveniencia,
tu lealtad no busca aprobación,
es puro amor, sin trampa ni apariencia.
Contigo el alma nunca está vacía,
porque tu risa llena mis ausencias,
y aunque la vida me quite alegría,
tú la devuelves con tus presencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
TU OPINIÓN ES IMPORTANTE.....